Largó la carrera política para las elecciones presidenciales del 2011. Todos lo saben: el oficialismo, el peronismo disidente, los radicales…y también Mauricio Macri. Analicemos como la causa de las escuchas puede ser clave de cara a las votaciones del año próximo.
El PRO, con Macri a la cabeza, puede ser la gran piedra en el zapato de los K el próximo año. Su gestión en la Capital Federal es cuestionada, tanto mediática como popularmente -muchos se quejan de que la policía metropolitana tiene demasiadas luces-; pero resulta difícil negar que esta fuerza tiene peso (la prueba son las pasadas elecciones legislativas). La amenaza del PRO y del propio Macri se potencia si tenemos en cuenta la posible alianza con el Peronismo Disidente. A saber, Colo De Narváez, Cabezón Duhalde, “el Lole senador” Reutemann y “sin apodo” Solá.
Por eso, el procesamiento de Macri no es uno más. Su imagen está en juego. Es quizás la única carta del PRO, el único con el peso suficiente para afrontar las presidenciales. La causa de las escuchas puede dejar muy mal parado al Jefe de Gobierno, pero también puede serle útil. Esto hay que tenerlo en cuenta.
Macri, acusado de ser miembro de una asociación ilícita que pinchaba teléfonos, fue procesado. La investigación podría durar meses y las elecciones estarían demasiado cerca…Demasiado arriesgado. Hizo falta una estrategia, pasar al ex presidente de Boca al otro lado: de acusado a víctima.
¿Cómo se victimiza Mauricio? Culpa a Kirchner de organizar esto para perjudicar su imagen -pero Mauri lo contrarresta afeitándose el bigote-. Culpa al juez Oyarbide, diciendo que no hay pruebas de las escuchas, que miente y que es un peón del gobierno. Ahí se convierte en víctima, en la amenaza que los Kirchner quieren detener a cualquier costo.
Luego de confirmarse su procesamiento, Macri da una conferencia de prensa. Asume sus compromisos con la justicia (da la imagen de alguien que no le esquiva a los problemas) y solicita él mismo su juicio político. Este tipo de juicio adelantaría la resolución del caso, le da más margen para llegar con tranquilidad al 2011. La idea es apurar el asunto, y esto a sus rivales políticos no les gusta.
El debate seguirá, el gobierno seguirá diciendo que el PRO busca “autojuzgarse”, los no-macristas argumentarán que sólo debe apelarse a la instancia de juicio político como medio para destituir a un funcionario y que no corresponde en este caso. Sacarán a relucir que el mismo Macri declaró hace unos años (cuando Ibarra era enjuiciado por la causa Cromañon) que de ser procesado, él renunciaría.
El 12 de Agosto se definirá en la legislatura si Macri va a Juicio político, de eso dependen muchas cosas. Las elecciones esperan, están cerca. La imagen de uno de los principales protagonistas está en juego, y sacarse el bigote no será suficiente para salir de ésta.
Por: MATI
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